Monumento Arqueológico

Ubicado entre los ríos Mosna (musyag – el que todo lo sabe) y Wacheqza (wachekan – pariendo), fue el centro administrativo y religioso de la cultura Chavín, construido y ocupado aproximadamente entre los años 1500 y 3000 a.c. Sus estructuras son de forma de pirámide trunca, antisísmica, están construidas a base de piedra, muchas de ellas de gran tonelaje de granito y argamasa de barro. La estructura más imponente es la conocida como “El Castillo”, llamado también “Templo Mayor”. Es una muestra sobresaliente del arte de construir de los antiguos peruanos por el alto grado de perfección alcanzado en materia de ingeniería en la construcción. La construcción presenta una compleja red de caminos y galerías interiores de la construcción de piedra únicamente iluminados por haces de luz que penetran a través de ductos estratégicamente dispuestos. En su interior aún puede apreciarse el Lanzón monolítico (abuelo wanka), piedra tallada en granito rosa de 4,54 m. de altura, en la que se observa representada una deidad antropomorfa, posiblemente la más importante del Templo de Chavín. En los muros del templo principal se podía ver una serie de cabezas clavas, bustos escultóricos que oficiaban al parecer a los sumos sacerdotes quienes pasaban a ser guardianes mitológicos del templo luego de su inexistencia en este mundo. El cronista Pedro Cieza de León fue el primer occidental en escribir acerca del monumento, pasando por muchos otros personajes y estudiosos interesados en él, hasta el año 1919 que empezó a ser investigada a profundidad por el Dr. Julio César Tello hasta la actualidad que muestra nuevos descubrimientos de la mano del Dr. John Rick y su equipo.

La atención es de martes a domingo y feriados, desde las 9:00 am hasta las 4:00 pm, actualmente la tarifa del boleto de las entradas generales tiene un costo de S/. 15.00 soles, niños S/. 4.00 soles  que también el mismo boleto sirve para el ingreso para visitar al Museo Nacional de Chavin y las personas que tengan 60 a mas años y universitarios están exonerados a pagar el 50% de la entrada general.

También un dato importante es que el primer domingo de cada mes la entrada es gratuito para los turistas nacionales.

Museo Nacional de Chavín

Ubicado en la prolongación del Jr. 17 de enero norte a un kilómetro de la plaza de armas, en el sector “La Pampa” (carretera Chavín – San Marcos), fue construido gracias al aporte filantropico del gobierno japonés, fue inaugurado como museo nacional de Chavin el 18 de julio del 2008.
En su interior, las ocho salas de exhibición se encuentran distribuidas de manera cronológica, mostrándonos la evolución y desarrollo de la cultura Chavín desde sus orígenes hasta sus últimas ocupaciones de los chavinos. Entre los ejemplares que muestra al turista tenemos tallados originales en piedra, pututos, cerámicas, cabezas clavas, murales, maquetas, etc.

La atención es de martes a domingo y feriados desde las 9:00 am hasta las 4:00 pm, actualmente se ingresa solo con el boleto pagado para visitar al monumento arqueológico de Chavin de Huantar.

Las Wankas Megalíticas

Ubicadas en el sector de Ura Barrio, inician en la primera cuadra de la calle “Túpac Amaru” con la intersección de la avenida “Julio C. Tello” y continúa casi hasta el pie del cerro colindante. En todo este trayecto se han encontrado más de 40 rocas que han llegado a medir hasta dos metros de alto y un metro y medio de espesor.
Se presume que estas huancas de canto rodado llegaron durante el apogeo de la cultura Chavín cumpliendo la función de líneas divisorias entre la ciudad donde residían los sacerdotes, artesanos, servidores y demás constructores del templo y la zona destinada para el cultivo agrícola. Incluso algunos investigadores mantienen la teoría de que estas rocas habrían servido como una especie de calendario agrícola o reloj solar andino.
Debido a los desastres naturales ocurridos en la zona, las huancas fueron arrastradas por los azotes aluviónicos que sufrió Chavín a través del tiempo, la última registrada el 17 de enero de 1945.

La Piedra Misteriosa de las Ofrendas

Cerca de las intersecciones de los jirones “Túpac Amaru” y “Simón Bolívar” se halla una piedra que sobresale 1.5 mts de largo a mitad de la calle y en la cual se encuentran talladas cuencas ovaladas de diversos tamaños, la cual se presume fue usada a manera de paccha para realizar ofrendas a la Patsa Mama. Es mal llamada “la piedra de las siete serpientes” puesto que nada tiene que ver con ellas y fue en agosto de 1989 cuando el INC quiso realizar la excavación para trasladar la piedra al museo de sitio y se llevaron la sorpresa de que la parte visible solo es la punta de una roca que tiene más de 3.80 metros de largo y pesa más de 5 toneladas.

Las Piedras Aluviónicas o Sahuan Gaga

Se encuentran ubicadas a orillas del río Wacheqza, cerca al monumento arqueológico. Estas inmensas moles fueron arrasadas de la boca del cañón del Wacheqza durante el aluvión del 17 de enero de 1945 que sepultó las ruinas de Chavín y parte de la ciudad.
Son conocidas como la piedra macho y la piedra hembra y en su cima se ha construido una cruz donde los 17 de enero de cada año dejan coronas de flores en memoria a las personas que fueron sepultados a causa del fatídico aluvión del año 1945.

Estas misteriosas piedras gigantes guardan un centro de energía abismal, tanto es así que ha caído el rayo cerca de las rocas en el año 2014, y el otro secreto que guarda es que habían personas que los han querido dinamitar, con su pensamiento de evitar que el siguiente aluvión no sea desviado por las rocas, con dirección al pueblo, y es así empezaron a taladrar la roca a punta de cincel y comba, pero no se imaginan que les paso a esas personas, terminaron muy mal abandonados y muertos a su suerte y algunos sumidos en los fauces del alcohol, muchos cuentan que esas personas pagaron caro por la osadía de haberlos taladrado para dinamitarlo a las rocas que cada año se rinde tributo cada 17 de enero, en honor a los caídos a causa del fatídico aluvión del año 1945.

Mirador Shállapa

Este mirador natural ubicado a 3360 m.s.n.m. brinda una vista privilegiada de la ciudad de Chavín de Huantar a lugares como al monumento arqueológico y el valle del Mosna. También se puede apreciar desde ahí el trekking de Chavín – Olleros y el imponente y majestuoso nevado Huantzant.. Para llegar a este hermoso mirador el sendero empieza al final de la calle de las huancas, seguidamente tomado el sendero se puede ir observando plantas oriundas de la zona como waroya y lloque lo que los lugareños usan para elaborar su shuchshu (garrote) el mismo que lo usan los danzantes de wizcur huanca (baile del águila), es un camino amplio hasta llegar al mirador los lugareños llegan caminando en 30 minutos, 

La Casa de Mama Rayhuana

Esta morada en ruinas construida de piedra con argamasa de arcilla amarilla y pachillada con rajas de piedras pequeñas, se encuentra ubicada sobre un balcón natural en la pendiente de un cerro que se yergue desde el río Wacheqza hasta la cumbre del Pogoj Jirca. La construcción alcanza casi dos metros y medio, posee ventanas trapezoidales y un pequeño patio.
Actualmente no existe un camino para llegar a la casa de Mama Rayhuana debido a que el aluvión de 1945 afecto el único sendero que llevaba a este lugar. La única manera de llegar es escalando la escarpada ladera y sorteando el abismo a unos 300 metros del río Wacheqza.
Cuenta la leyenda que ahí vivía la doncella Mama Rayhuana, hija del dios Huari, en absoluta paz y felicidad; sin embargo, y debido a una riña entre los apus Huantzan y Pogoj, su padre le ordenó huir lejos de Chavin para que no fuera testigo del castigo que les brindaría a los insurgentes. Es así como ella se marchó con dirección a la selva y cuando se acercaba a Tingo María, se quedó dormida, quedando petrificada como la montaña que ahora se conoce como la Bella Durmiente.
Mientras tanto, el dios Huari dio un castigo ejemplar a los apus sediciosas mandando un aluvión que sepultó a Chavín y sus habitantes. Probablemente sea debido a este desastre natural que los habitantes empezaron la migración, abandonando sus grandes templos y construcciones.

Los Baños Termales de Quercos

Ubicados a 2 kilómetros de la ciudad de Chavin de Huantar, en el lado sur, a las orillas del río Mosna, estas aguas medicinales emergen desde las entrañas de la pacha mama (madre tierra) y son muy calientes, los lugareños asisten a este establecimiento para curarse de los males de frió como reumatismo, mal aire entre otros males como el estrés. También los lugareños cuentan que bañándose en esas aguas curativas las personas que no pueden concebir hijos, luego del baño en esas aguas milagrosas han podido concebir y muchos de ellos hasta mellizos.

Actualmente cuenta con (7) siete ambientes con pozas amplias para que el bañista disfrute de estas aguas medicinales, personal permanente para el mantemimento de los ambientes inmediatamente que el bañista haya desocupado el ambiente y el establecimiento en general, también cuenta con el expendió de útiles de aseo.

Además de los baños termales de Ultupuquio, existen otras fuentes de aguas termales calientes como las del pueblo de Quercos que cuentan con una infraestructura diseñada para recibir a propios y turistas.